Óscar Pastor —sabiendo que era
una terapia prohibida—, se había introducido en la mente caótica y malsana de
uno de sus pacientes esquizofrénicos para poner orden en ese mundo perturbado.
Adentrado en el caos, encontró
niños que ocultaban su rostro y rehuían al diálogo persuasivo que planteaba
este experimentado psiconauta; aun sabiendo que debía de ser cuidadoso, obligó
a que lo escuchen, acorralándolos contra un callejón mental sin salida.
Grande fue su sorpresa cuando vio
que todos eran niños con un rostro idéntico al suyo. La infección se apoderaba
de su psiquis, los niños se apoderaron de su mente.
Eusoj
Sargav
No hay comentarios.:
Publicar un comentario