jueves, 15 de septiembre de 2022

Marlowe en la carretera y otro largo adiós

No fueron los cereales

Ni los cigarrillos

En el desayuno, respiro,

Tampoco los panes al almuerzo

O el agua de grifo

Para seguir el viaje, sigo,

Pero sí el camino por donde 

No convergeríamos más.

Luego, asciendo.


Hoy en las alturas

De un cinco estrellas

Cien minutos, tal vez a doce

Segundos de cruzar el ventanal

No sé. Horas ahora

Solo pernocto como 

Pernocto solo, me fundo entre 

Coches enguyidos por la bastedad

Del largo adiós, muñeca

Philip Marlowe x femme fatale.



Fotografía: Josué Vargas Plasencia



Eusoj Sargav

jueves, 8 de septiembre de 2022

Pétalos

 El severo alguacil se asegura que la estadía del condenado sea cómoda, pues se compadece de la situación del desgraciado. Solo la aventura podrá liberarlo, la ilusión atraparlo. 

Los pétalos de la más hermosa flor estaban en sus manos muy a gusto, el frío que nos rodea era parte nuestra, pero la calidez de la luna derretía al sol, en ella su reflejo. Balbuceos de un preso, era más poeta que culpable o culpable por poeta. De un gesto amable tocó el raso de un pétalo y el reflejo se apagaba a pausa y a tiempo. En sus manos muy a gusto, el frío que nos rodea era parte nuestra, pero la...

Así sonó en la ventana del condenado, con cada uno de los pétalos de su flor. 

Una vez en el juzgado ampliaron la condena a un año, tal vez más sea el vuelo desde prisión, dependía de su sinceridad, y, en lugar de negar su crímen, reafirmó que no volvió a ser el mismo después de salir con ella —con la flor—, que se va pétalo a pétalo tras un frío que puede extinguirse sólo si la corte decide que no sea un crímen lo que el reo empezaba a sentir.






Dengue 🇲🇽

Eusoj Sargav 🇵🇪

jueves, 1 de septiembre de 2022

El tren que cae

Viene de luces encendidas, de chillido y humo en el andar. Le veo con la verdad que mis pies caminan sobre su vía. No sé si me encuentro de frente, no sé si le veré pasar. Me estanco en las piedras y el suelo tiembla. Y no es extraño, las últimas gotas de cascada que alimentan mi alma se tornaron en sendos océanos, todos cayendo uno tras otro como botellas y bohemios, fugaces pasajeros del tiempo que la vida les da o les quita. Ahora los océanos que caían sobre mí se condensaron en la forma de un perro que descansa, descansa como se sienta y se siente como la ausencia de su presencia...



Fotografía: Josué Vargas Plasencia


Dengue 🇲🇽

Eusoj Sargav 🇵🇪





rv

Flamenco rojo

  La esperanza se pierde, ¿Respira? A Rubén no le cabía ni un solo grano de arroz más, estaba más que satisfecho, estaba tan lleno de co...