jueves, 31 de enero de 2019

Ratas opuestas, Ratas gemelas

NOTICIA: “DOS RATAS GEMELAS, GORDAS Y GRANDES, UNA ROJA Y OTRA AZUL, IRRUMPEN RESTAURANTE TAIWANÉS Y OCASIONAN DESTROZOS.”

          Dos políticos intercambiaban ideas acerca de las recompensas por el servicio público, llámese cobre de impuestos excesivos, generación de leyes inútiles, lobbismo, y quién sabe qué más.
          Pasado un rato, y también pasado varios tragos cortos de más, tuvieron una acalorada discusión sobre las flaquezas de sus sendas y muy marcadas filiaciones políticas: llámese extrema derecha e izquierda. Ambos sabían que era un juego de poder, un teatro barato de plazuela, un exhibir de máscaras mal pintadas lo que se mostraba al pueblo, que bajo sus propias convicciones seguían fervorosos a estos dos políticos, que ante la prensa se la tenían jurada y decían ser antagonistas a muerte.
—La recompensa que yo más deseo —dijo el primer político— es la gratitud de mis conciudadanos. Todo debe de ser justo. Todos merecemos los mismos derechos, los mismos sueldos. Debe de existir igualdad y desaparecer la pobreza —dijo esto exaltadísimo estrellando una botella de Kavalan Single Malt Whisky[1] contra el suelo.
—Eso sería muy gratificante sin duda —dijo el segundo político— pero es una lástima que con el fin de obtenerla tenga uno que retirarse de la “política”. Además, si existiera la igualdad de clases como dices, todos recibiríamos los mismos sueldos, tú, yo, los profesores y los barrenderos… ¿en realidad quisieras eso, so baboso? —dándole unas palmaditas en la espalda a su roedor amigo.

          Por un instante se miraron uno al otro, con inexpresable ternura —como dos niños que comparten una travesura de las que creen que no se enterarán sus padres—; luego, el primer político exclamó:
          —¡Que se haga la voluntad del Señor! Ya que no podemos esperar una recompensa, démonos por satisfechos con lo que tenemos… Lo mucho que tenemos y tendremos. ¡Salud por eso! ¡Carajo!
          —Jajaja, ¡salud! Sabemos que el Señor ****** nos favorece manejando el dinero de la nación a nuestro antojo, pues cuñado.
          —Sí, ya sabes, hay que darle su tajada de pastel con harrrrta crema para que no nos embarre.
          —Lógicamente, hermanito. Si es que algún día la prensa, esas moscas hambrientas que rondan alrededor de nuestras cagadas, se llegase a enterar, nosotros no nos vamos solos, el Señor ****** también se embarrará con la tajada de torta que le dimos.

Después de llamar al Señor ******, juraron darse por satisfechos esta vez.

—¡Vámonos de este restaurant de mierda! La comida estuvo fea.
—Nos vamos, querido enemigo.

Ilustración hecha por Pachi.

Eusoj Sargav





  
Este relato es una adaptación de “Los dos políticos” de Ambrose Brice.




[1] Kavalan Single Malt Whisy, es un whisky de origen taiwanés, galardonado internacionalmente. 

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