viernes, 8 de febrero de 2019

Hallazgo: siglo XXII

De diestra a sieniestra,
Dos por dos metros cada extremo de la pared, en ese orden.
No tengo ojos de mosca, pero lo veo todo. Cosa fácil.
Una copia patéticamente perfecta.
Peatones sobre mi. Van y se vienen.
Tanto arriba como abajo, igual.
Ahora ya no son peatones, son bestias con ruedas, ¿serán caballos?
Aun los sigo esperando, pero está tan oscuro, tan todo dos por dos…
Las cuatro paredes de mi encierro, son y podrían ser unas cuatrillizas altas, duras y devotas a un hermetismo enfermizo, quasiperfecto…
El aire no es problema, me siento eterno. El tiempo es un invento,
Recuerdo que fue ayer cuando nos ocultamos. No creo que hayan pasado más de dos días…
Un momento, silencio... alguien se detuvo en la superficie, ¿será posible que nos hayan encontrado?
Rocas caen, polvo también, es probable que unos picos obsesos esten reventando sus cabezas sobre nosotros. ¡Esto se vendrá abajo!
Ahora un haz de luz penetra este virgen techo de infierno raso. No podría llamarlo cielo.
Hombres con trajes raros se deslizan con las rocas, el polvo y traen consigo las partículas de luz que tanto anhelaba.
Descuiden valientes soldados, no nos asesinarán, sigan haciéndose los dormidos, como en el inicio del fin.
Amigos, ¿siguen ahí? Digan algo por favor, ya no veo sus esqueléticos cuerpos en el suelo.
¿Se los han llevado? ¿Nos habrán llevado?



Eusoj Sargav

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