viernes, 18 de octubre de 2019

El útlimo humano


Me acuerdo como si fuera solo ayer, yo viendo una película romántica... ¿o era escuchando una canción que me parecía triste o quizás era la triste historia de mi vida? O era solo ese sabor de un sexo seco breve, sin te amos, ni sonrisas cómplices. No sé.
De un momento al otro, unas de las paredes reflejaron lágrimas en mi cara, mi capucha me tapaba, tal vez era tu recuerdo siendo consumido como el cigarrillo que ya me quemaba las uñas y los dedos en algún tiempo lejano. Estaba llorando, pero la gente de mi al rededor, me miraba con desprecio: ¿Es un desperdicio humano?, es muy débil para serlo, decían entre ellos. Solo hay gente muerta a su al rededor, su mujer e hijo murieron atropellados, pero el chofer se fue a la fuga, y .... y todo está en su mente. Recuerdos difusos.
Han pasado 258 años desde que sucedió. ¿Pero cómo lo sé? ...Pues simple, alzo el mentón, y el holograma que se levantaba en lo amplio del cielo decía hora, fecha, temperatura ambiental artificial, a qué hora se supone que el holograma se volvería tarde y luego noche. En fin, veía todo esto desde una jaula de cristal que por lo visto me había tenido encerrado mucho tiempo. Era, aparentemente, el último Homo sapiens sapiens que sobrevivió a aquel desastre. Estos humanos no eran tan diferentes que nosotros en forma... solo que eran de pieles grises y sin párpados. Ahí estaban, grabándome en la jaula con un extractor de sueños y emociones, riéndose, brindando alcohol de 98°: Este aparato, les hacía vivir todo lo que experimentaba como el último Homo sapiens sapiens en una especie de USB que almacenaba mis vivencias.
 Ahora, continuando con la secuencia de su programa de vivencias, sorprendían al verme llorar, llorar por no tener a mi esposa e hijo conmigo, tal vez fue un triste recuerdo en la garganta que me destrozó el alma y la esperanza de creer poder querer en aquel entonces, no sé. Solo sé que estoy llorando, y los humanos de piel gris quienes me veían desde afuera no dejaban de admirarse de mí: yo sufro, ellos...parece que no.
Veo que soy el último de los humanos, siendo el más humano de los humanos, véanme sufrir, véanme llorar, siéntanme enloquecer. Siéntanme morir. Muéranse, bastardos grises.





Eusoj Sargav

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