Con los ojos girando en antihorario, inyectados en el horario;
Relativismo y realidad se volvieron uno ahora,
Los segundos juntos a los primeros nos interrogaban hilarantes, arrogantes, tan subestimantes,
Si acaso el arte de dibujar lunas llenas o lunas rotas reflejaban todo el dolor del mundo…
Pero qué pregunta para más inoportuna,
No dibujábamos pensando sobre tal dolor en este nuestro cuarto menguante denso-nebuloso,
Lo hacíamos para construir destrucciones, llenar vacíos.
Tan simple como eso.
Nuestro arte no comprendido tiene que ver con la eternidad del tiempo, la fugacidad de la vida.
Relativismo y realidad se volvieron uno ahora,
Los segundos juntos a los primeros nos interrogaban hilarantes, arrogantes, tan subestimantes,
Si acaso el arte de dibujar lunas llenas o lunas rotas reflejaban todo el dolor del mundo…
Pero qué pregunta para más inoportuna,
No dibujábamos pensando sobre tal dolor en este nuestro cuarto menguante denso-nebuloso,
Lo hacíamos para construir destrucciones, llenar vacíos.
Tan simple como eso.
Nuestro arte no comprendido tiene que ver con la eternidad del tiempo, la fugacidad de la vida.
Eusoj Sargav
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